Durante el mes de diciembre, realice mi trabajo pastoral en el municipio de Marulanda, al Oriente de caldas. fue una experiencia inolvidable, que marco mi vida vocacional y espiritual.
Fue una experincia muy importante de contacto con los jóvenes y con los niños, en la cual pude encontrar el amor de Dios manifestado en los hombres. En el pesebre se encuentra la fuerza para continuar trabajando con amor y alegría por la causa del Evangelio.
Dios bendiga a todas estas personas tan valiosas, que he tenido la oportunidad de conocer.