Glorioso patriarca San José, cuyo poder hace posibles las cosas imposibles, ven en nuestra ayuda en las angustías y dificultades en que nos encontramos. Toma bajo tu protección todas las actividades de esta casa, en especial la de la vida interior de todos los miembros, la de la perseveracia en la vocación , la de la santidad de vida, la del servicio siempre fervoroso a nuestro Dios, la de la multiplicación de vocaciones santas y la del pan de cada día.
Oh bienaventurado padre nuestro, en ti hemos puesto toda nuestra confianza: que no se diga jamás que te hemos invocado y no hemos sido escuchados, y ya que todo lo puedes cerca de Jesús y de María, muestra que tu bondad iguala tu poder, ampáranos con tu auxilio paternal y bendicenos.
Amén.
